El culto al cuerpo se ha convertido en la gran epidemia del siglo XXI; si bien tuvo sus prolegómenos más virulentos en el siglo XX, más concretamente en los años 80.
En los medios de comunicación, redes sociales y tiendas de ropa vemos como se vende un ideal de belleza basado únicamente en tener un buen atractivo físico. Este bombardeo de información sobre la importancia de cuidarnos para tener una buena imagen corporal está provocando graves problemas de salud mental, los llamados trastornos de la conducta alimentaria.
Anorexia y bulimia nerviosa
Con frecuencia se habla la anorexia y bulimia nerviosa como patologías muy
presentes en mujeres adolescentes; sin embargo, cada vez es más frecuente encontrarlas en hombres y en personas adultas. La anorexia se caracteriza por las restricciones de comida con el fin de bajar de peso; mientras que la bulimia se refiere a aquellas personas que llevan a cabo grandes atracones de comida seguidos de conductas compensatorias, como los vómitos, el uso de laxantes o el deporte excesivo.
Estas dos patologías, la anorexia y la bulimia nerviosa, aunque han sido siempre las más resonadas y las más conocidas dentro de los problemas alimentarios, no son las únicas. Así, por ejemplo, la ortorexia y la vigorexia son trastornos cada vez más frecuentes, pero que están “ocultos” detrás de las nuevas modas que nuestra sociedad nos implanta. Seguir una dieta alimentaria saludable baja en grasas y rica en frutas y verduras, acompañada de unas horas de deporte a la semana es hoy en día una “obligación”. El problema está, en que a veces lo saludable roza con la obsesión y la obsesión puede llevar a la enfermedad.
La ortorexia
La ortorexia es la obsesión por la composición y el origen de los alimentos. Las personas que padecen este trastorno piensa que todo aquello que no es biológico es perjudicial y los que padecen este trastorno dejan de tomar alimentos ricos en vitaminas. Esto provoca diferentes problemas: 1) culpabilidad si se saltan un día la dieta, como si se hubiera cometido un pecado y tuvieran que cumplir una penitencia (ayunos y dietas aún más exigentes); 2) aislamiento debido a que no soportan que los demás no sigan sus dietas; y, 3) problemas de anemia, carencias vitamínicas o falta de energía ocasionadas por no sustituir los alimentos que rechazan por otros que les aporte los mismos valores nutricionales.
La vigorexia
La vigorexia es conocida como la enfermedad de los gimnasios. Se caracteriza por la adicción al ejercicio y una importancia exagerada a los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos, con el fin de ganar masa muscular. Muchas veces, los modelos sociales impuestos se caracterizan por tener un “cuerpazo” y esto provoca en muchos hombres y mujeres una baja autoestima y un miedo a ser rechazo socialmente por su cuerpo.
A modo reflexión…
Si no puedes parar de pensar en las kilocalorías que tienen los alimentos que consumes, si controlas tu peso casi a diario, si te comparas constantemente con modelos y amigos, si te sientes culpable por haberte saltado la dieta, si haces deporte exclusivamente para cuidarte y sentir como tu cuerpo se transforma; ¡cuidado!, te estas obsesionando por tener la imagen corporal tan deseada socialmente y te encuentras ante un trastorno de la conducta alimentaria.
Dra. Olga Martin Díaz Dña. Begoña García Vericat
olgamartindiaz@gmail.com b.garcia.vericat@gmail.com
MASAM Psicóloga General Sanitaria
Olga Martín Díaz Col-M-36131
Col-M-12996
Psicólogo especialista en Psicología Clínica
Psicóloga Forense y Criminóloga, Máster en Psicoterapia
Especialista europeo en Psicoterapia Europsy
Profesora del Máster General Sanitario de Psicología
en TCA, UNAV, Pamplona
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