La amígdala es un conjunto de neuronas que forman parte del sistema límbico y se localizan en la profundidad de los lóbulos temporales.
El papel principal de la amígdala es el almacenamiento y procesamiento de las respuestas emocionales positivas y negativas, tanto a nivel consciente como inconsciente.
La amígdala es una pieza fundamental para nuestra supervivencia. Cuando nos enfrentamos a una situación que supone riesgo o peligro, la amígdala nos ayuda a escapar de la situación estimulando o inhibiendo la respuesta de lucha o huida. Por eso, cuando una persona es agresiva y no experimenta miedo se debe a que tiene lesionada la amígdala.
También se la relaciona con los procesos de aprendizaje y memoria. Esta función se da gracias a la asociación de recuerdos con estados emocionales.
Por último, es interesante mencionar “el secuestro de la amígdala” estudiado por Daniel Goleman. El secuestro de la amígdala hace referencia a una expresión emocional que sobrepasa los límites emocionales normales en el individuo. Es un episodio de alta emocionalidad que llega a impedir que el individuo piense con claridad, es decir, el sujeto actúa cegado por sus emociones.
Para concluir, se puede decir que la amígdala guarda y maneja nuestras emociones más irracionales, regula las sensaciones, nos ayuda a solventar situaciones de estrés, miedo o peligro y nos da una visión equilibrada de lo que sucede a nuestro alrededor.
Dra. Olga Martin Díaz Dña. Begoña García Vericat
olgamartindiaz@gmail.com b.garcia.vericat@gmail.com
MASAM Psicóloga MPGS
Olga Martín Díaz
Col-M-12996
Psicólogo especialista en Psicología Clínica
Psicóloga Forense y Criminóloga, Máster en Psicoterapia
Especialista europeo en Psicoterapia Europsy
Profesora del Máster General Sanitario de Psicología en TCA, UNAV, Pamplona
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