La RAE define el duelo como “el dolor, lástima, aflicción o sentimiento” y como “las demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien”.  Coloquialmente lo llamamos luto y hace referencia al periodo en el que una persona se adapta a la vida después de haber sufrido esa pérdida.

Es importante entender que el duelo es un proceso normal que se vive tanto por la pérdida de un ser cercano y querido, como por la ruptura de una relación, la jubilación, pérdida de un trabajo o un cambio de ciudad. Además, cada persona vive el duelo de forma distinta; es decir, la intensidad y duración de esa pérdida varía en función de la persona.

La psiquiatra Kübler-Ross explicó que ante el duelo las personas suelen actuar conforme a cinco etapas. Antes de hablar de ellas, hay que saber que no todas las personas pasan por todas estas etapas ni en este orden específico. Las cinco fases son:

  • F.1.-Negación: es la sensación de irrealidad que se tiene inmediatamente después de la pérdida. Este rechazo a la realidad sirve para amortiguar y aplazar el dolor. Las emociones que se suelen sentir en esta fase son: frustración, ansiedad, miedo y enfado o ira
  • F.2.-Ira: la persona siente impotencia y rabia por una situación que se niega a experimentar, pero a la que se ve obligado de vivir. En esta fase se suelen buscar culpables o responsables de lo sucedido para poder entender o dar sentido a lo ocurrido.
  • F.3.-Negociación: producto de la desesperanza la persona dolida se ve arrastrada por un sentimiento que le lleva a intentar todo lo posible por cambiar la situación.
  • F.4.-Depresión: es la fase de la tristeza profunda o sensación de vacío (no una depresión clínica) como consecuencia del sentimiento de pérdida del que ya somos muy conscientes. En esta fase la persona que ha sufrido la pérdida tiende al aislamiento social, nostalgia y la pérdida del interés por todo.
  • F.5.-Aceptación: la persona aprende a convivir con su dolor emocional. Una vez llegado a esta fase la persona se adapta al cambio que va a suponer en su vida y sería capaz de volver a experimentar placer y felicidad.

Ante el duelo los expertos recomiendan mantener las actividades y rutinas diarias, evitar el aislamiento social, permitirse los momentos de llanto y tristeza e incluso hablar con otras personas de cómo nos sentimos.

Aunque la muerte sea un proceso natural y propio de la vida, es normal que se viva con sentimientos de tristeza y depresión. Las personas reaccionamos de manera distinta y buscamos adaptarnos con los recursos personales a la situación a la que nos enfrentamos.

 

Dra. Olga Martin Díaz                                                                          Dña. Begoña García Vericat

olgamartindiaz@gmail.com                                                                b.garcia.vericat@gmail.com                                                                

MASAM                                                                                                   Psicóloga MPGS

Olga Martín Díaz                                                                                    Col-M-36131
Col-M-12996
Psicólogo especialista en Psicología Clínica
Psicóloga Forense y Criminóloga, Máster en Psicoterapia
Especialista europeo en Psicoterapia Europsy
Profesora del Máster General Sanitario de Psicología
en TCA, UNAV, Pamplona

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