thInvestigaciones realizadas en laboratorio nos indican que la serotonina podría tener un papel en la orientación sexual de las personas.

La serotonina es un neurotransmisor implicado en la angustia, la ansiedad, el miedo, la agresividad, el apetito y el deseo sexual, además de regular otras hormonas.

La afirmación de que la serotonina podría influir en la orientación sexual fue presentada en 2011 en la revista Nature por un grupo de investigadores chinos quienes, en experimentos realizados en ratones de laboratorio, encontraron que los machos privados de serotonina dejaban de tener predilección por las hembras; ¿significa esto que dejaban de aparearse? No, seguían apareándose ante la mínima ocasión, pero sin hacer distinción entre las hembras y otros machos; es decir, perdían su orientación sexual aunque no de forma irreversible ya que, al inyectar a estos ratones un compuesto que restauraba la síntesis de la serotonina, recobraban su orientación inicial tan sólo media hora después.

La cuestión que estos investigadores dejaron sobre la mesa es si la serotonina tiene también un papel en la orientación sexual de otros mamíferos ya que el mencionado experimento no se ha podido replicar en humanos.

Otros estudios han investigado los efectos de la Fluoxetina, más conocida como Prozac, su primer nombre comercial, sobre el comportamiento sexual humano. La Fluoxetina es un antidepresivo ISRS (Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina) y se mostró efectivo a la hora de inhibir el comportamiento sexual compulsivo, pero sólo en los hombres homosexuales, en los heterosexuales dicho efecto no tenía lugar. Estos resultados, aunque no demuestran que la serotonina esté implicada en la orientación sexual de las personas, nos indican que sí parece tener ciertos efectos sobre el comportamiento sexual.

Ainara Rivas Olivera
Psicóloga en MasaM

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