Ansiedad-examenes-630x315Te levantas; hoy tienes un examen importante, has estudiado y sabes que estas preparado para obtener un buen resultado, te repites a ti mismo que va a salir bien y que no tienes motivos para estar nervioso pero ahí están esos síntomas que conoces de sobra: te palpita el corazón más rápido de lo normal, empiezas a sudar pese a que no hace calor, te tiemblan las manos o la voz, te sientes inquieto, necesitas levantarte, la respiración se te acelera, empiezas a temer quedarte en blanco en el examen…

¿Te sientes identificado con esto? La ansiedad ante los exámenes es un problema muy habitual, especialmente entre los jóvenes, quienes son los que están más expuestos a estas evaluaciones y, por tanto, los que más sufren los nervios ante ellas.

Tener un cierto nivel de ansiedad y estrés puede ser positivo ya que, al fin y al cabo, es lo que nos hace activar las conductas que nos permiten superar la situación (en este caso, estudiar). Sin embargo en muchos casos es desadaptativa e interfiere demasiado en el funcionamiento de quien lo sufre llegando incluso a incapacitarle.

Afortunadamente la ansiedad se puede combatir; si tienes un examen prueba a practicar estas sencillas técnicas para vencer la ansiedad y, así, conseguir obtener mejores resultados:

– Busca un pensamiento alternativo positivo: en estas situaciones lo más normal es que la persona se diga a si misma “me va a salir mal, voy a suspender, me quedaré en blanco, seguro que en realidad no estoy preparado” etc. Este tipo de automensajes aumenta el nivel de ansiedad y, además, suelen ser falsos e irracionales. Si te encuentras a ti mismo diciéndote algo similar a esto prueba a “cambiar el chip”, corta esos pensamientos y repitete a ti mismo “lo he estudiado, estoy preparado y voy a aprobar y sacar la nota que necesito” ¡creetelo!; puede parecer muy simple pero el cambio de un pensamiento negativo a uno positivo es muy efectivo contra la ansiedad.

– Respira: nuestras emociones afectan a nuestra respiración y pueden hacer que se agite y se vuelva irregular, sin embargo también es posible lograr lo contrario, centrándonos y regulando nuestra respiración podemos calmar nuestras emociones, así que prueba a hacer unas cuantas respiraciones profundas centrándote exclusivamente en como el aire entra y sale de tu cuerpo.

– Distraete: busca alguna actividad alternativa, algo que te saque de tus pensamientos, escucha música, baila, habla con alguien, si es posible haz algo de actividad física, que además de distraerte calmará tu mente.

Ainara Rivas Olivera
Psicóloga en MasaM

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