Cada persona es única e irrepetible y presenta unos rasgos determinados de personalidad que determinan su relación con el mundo.
La personalidad, por tanto, es un conjunto de características psíquicas de una persona que constituye una parcela del funcionamiento que es resistente al cambio, que se encuentra consolidada y que posee una generalidad y coherencia de respuestas en distintos momentos y contextos. Además la personalidad dirige tanto los pensamientos como las emociones, los comportamientos de la persona y la forma en la que ésta se adapta al entorno.
La personalidad tiene cuatro componentes:
- Carácter: el conjunto de valores, sentimientos, actitudes, autocontrol y hábitos. Este componente se ve fuertemente influido por el ambiente, cultura, educación, entorno social y familiar.
- Procesos cognitivos: la inteligencia, las aptitudes y las capacidades cognitivas.
- Constitución: el funcionamiento biológico
- Temperamento: Características emocionales de la conducta, expresión afectiva, es de carácter biológico.
A lo largo de la historia se han propuesto múltiples modelos de personalidad entre los que destacan especialmente los siguientes:
- El modelo PEN de Hans Eysenck: estructura la personalidad en torno a tres dimensiones: psicoticismo, extraversión y neuroticismo
- El modelo de los cinco grandes (the big five): analiza la personalidad como compuesta por cinco factores: apertura, responsabilidad, extroversión, neuroticismo y amabilidad.
- La teoría analitico-factorial de Cattell: incluye 16 factores de la personalidad que permiten describir a las personas.
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